Una prosilla
Son las siete y media, ha estado lloviendo plácidamente, sentía la sensación
de que la lluvia con su rumor me estaba acariciando la nuca, entorno los ojos
y la contemplo, la escucho, la huelo....¡ la saboreo !
Semi embriagada, una trémula sensación me recorre el cuerpo y suspirando
vuelo, me elevo... me pierdo envuelta en un aroma de caricias...Pienso en ti
y me estremezco.
Una tenue brisa húmeda y vestida de ternura y deseo se
enseñorea de mi y...¡ te pienso desesperadamente.
Unas cálidas caricias hacen estremecer mi sexo y...¡ me amas !
Como colofón, ella, mi confidente, mi amiga la lluvia,
cual final de un apoteósico castillo de fuegos...¡estalla !
y sus lágrimas alborozadas golpean mi ventana alborotadas,
mientras mis labios exhalan un extasiado gemido gozoso
María Sena
12/10/2012
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