¡ No dejes de acariciarme ¡
No pares de comer mi boca
hasta que me vuelvas loca
¡ Se feliz vida mía... gozame !
y sabrás de mi audaz fantasía
¡ Hazme gozar, gritar de alegría !
Entre tus poderosas piernas
abrazándose están las mías
que tu suave meces y acaricias.
con un zig zag pleno de maestría,
me das a gustar esa ambrosía
de tu maravillosa hombría.
Mientras arde el lugar ocultado
pero para ti nunca vedado...
Y ya presos ¡ tu y yo ! en sabia armonía...
¡ Dioses que gemidos...que algarabía !
No hay comentarios:
Publicar un comentario